Ecografía de las 12 semanas. Dos hombres y un destino.

Otra vez con nervios. Justo antes de la cita con el médico me pongo atacada. Me empieza a doler el estómago, pienso que algo no va bien y me duele aún más. No tengo hambre, pienso que no comer es malo para el bebé, pero no me entra nada, así que mejor no probar bocado hasta después de la revisión. Más nervios. ¿Por qué darán las citas tan tarde?Era la ecografía de las 12 semanas (y triple screening).

Entramos a la consulta. Ecógrafa y enfermera sentadas tras la mesa. Un montón de preguntas acerca de nuestra historia médica, alergias, enfermedades importantes en la familia, grupo sanguíneo, datos sobre el parto de Daniel... - Muy bien. Pasa detrás de la cortina y túmbate en la camilla. Vamos a realizarte una ecografía. 
Escuchamos un montón de números y medidas que la enfermera va apuntando en el informe. Todo va bien. Perímetro craneal, Longitud del fémur. Posición. Gestación ÚNICA. ¡Bien!
- ¿Queréis saber el sexo? 
- Sí, claro. Si se ve bien...
- Tenéis un niño, ¿verdad? Pues creo que este también es un niño. Os lo confirmarán en la ecografía de las 20 semanas porque no queremos adelantar nada tan pronto. pero haceros a la idea de que es un varón.





Posiblemente varón. Escribió la ecógrafa al final del informe. Más clarito, agua. Comenzamos a reír como dos idiotas cuando salimos de la consulta. Pensábamos que la idea de tener una niña y que nos dijeran lo contrario iba a sentarnos como un jarro de agua fría, pero nos encantó pensar que Daniel podría tener un hermano con el que compartir más cosas que con una hermana. Mis dos hombrecitos. Ya podemos empezar a pensar en nombres pero antes... ¡Vámonos a desayunar, papi!

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