Lo primero que hicimos fue patearnos tiendas de carritos y cunas. ¡En
algún sitio tendremos que transportar al bebé y dormirle, digo yo!
Tardamos como una semana en elegir un modelo que nos gustara, y no solo
eso, sino que cuando no tienes ni idea de qué tipo artículos vas a
comprar, ya que es nuestro primer hijo y no estamos acostumbrados a
estas cosas, tienes que informarte muy bien, comparar y tener las ideas
muy claras. No es de extrañar que te asalten las dudas y comiences a
preguntarte si lo que has elegido será bueno para tu bebé o no; es
inevitable, pero teniendo cerca personas que te asesoran, todo es más
fácil.
Otra de las cosas que hay que preparar es la ropita para Daniel. Aún no
hemos comprado nada de ropa y lo que ya tenemos han sido todo regalitos
de familia y amigos: bodies, pijamitas, patucos, camisetas. Creo que en
tema ropa va a estar bien surtidito, pero eso no va a evitar que
vayamos a comprarle lo que más nos guste. De momento, ya estoy
haciendo hueco en los armarios. He cambiado la ropa de temporada y he
dejado lo que me vale, porque con esta tripa, hay jerseys que no ceden
todo lo que quisiera, así que en Enero, si Dios quiere, ya veremos qué
recupero.
Como ya sabéis,
estamos aún en el piso de alquiler y a finales de Diciembre puede que
tengamos las llaves del piso nuevo. Aunque coincida todo con la fecha
del parto, la verdad es que estamos ilusionadísimos con la idea de que
Daniel pueda tener su habitación lo antes posible. En nuestro piso
actual, la falta de espacio se va notando más cada día.
Esto es un no parar. Incluso nos hemos apuntado a natación. Yo, por
recomendación de la tocóloga y la matrona, y Dani, porque quiere
mantenerse en forma y perder algún kilito del verano.
El
día que llego a casa de natación, tengo más energía que nunca. Es muy
recomendable durante y después del embarazo. Durante el embarazo, porque
mueves todo el cuerpo y puedes hacer ejercicios que normalmente la
tripota te limita a hacer, y después de nacer tu bebé, porque ayuda a
tonificar los músculos y a recuperar un poco tu silueta. Luego vendrá la
matronatación, pero el alumno pasará a ser Daniel, y de eso ya
hablaremos más adelante.
El otro día, Dani y yo nos reíamos hablando sobre lo poco que falta
para que nazca y que cuando eso ocurra, ya no seremos dos. Seremos
TRES. Es una persona que, de repente, llegará a nuestras vidas y no
precisamente de visita, o a pasar unos días en casa. Va quedarse con
nosotros y no volveremos a
estar solos. Daniel estará a nuestro lado. Si Dani trabaja de
noche, yo ya no estaré sola en casa. Ya no. Él dependerá de nosotros
para sobrevivir y nosotros dependeremos de él para vivir.
Y aunque ya estamos
agotados y esto acaba de empezar, son las ganas y la ilusión lo que
evita que flojeemos. Madre mía, con lo perezosos que somos para algunas cosas, ahora tendríais que vernos por un agujerito.
Es divertido hablarlo, es emocionante pensarlo, y definitivamente, es lo mejor que hemos hecho.
No hay comentarios:
Publicar un comentario